REGRESO
Se ahuecan las cosas con un
latido, es Abelardo,
las manos de Eloísa se hacen labio
y cuello, cavidad.
Largo sentir de un cuerpo.
Es Abelardo que vuelve
y trae hasta la celda de Eloísa
una ciudad con calles de seda:
la estrella arácnida
en el balanceo del viento,
de hilos y alas muertas,
allí al fondo de Eloísa, dentro.
SILVIA EUGENIA CASTILLERO (Ciudad de México, 1963).
El poema seleccionado pertenece al libro “Eloísa”, Editorial Comba.

